En la intricada red de la vida, cada hilo cuenta una historia. En Colombia, un país donde la biodiversidad es un tejido que une selvas húmedas, páramos andinos, sabanas, desiertos y dos océanos, entender estas historias es fundamental para tejer un futuro sostenible. Durante 30 años, el Instituto Humboldt ha sido el guardián de estas narrativas, un nodo científico que conecta el conocimiento profundo de la biodiversidad con las decisiones que moldean el territorio.
Un legado que nació con la Ley 99
La creación del Instituto Humboldt en 1995, bajo el amparo de la histórica Ley 99 de 1993, marcó un punto de inflexión para la gestión ambiental en Colombia. Junto a sus hermanos del Sistema Nacional Ambiental (SINA), el Humboldt se erigió como una de las columnas técnicas y científicas para entender y proteger el patrimonio natural del país, uniendo desde sus inicios la investigación de vanguardia con la urgencia de la conservación a escala nacional.
Colecciones que son arcas del conocimiento nacional
El trabajo del Instituto se materializa en sus colecciones biológicas, auténticas bibliotecas de la vida que custodian aproximadamente el 40% de la biodiversidad documentada de Colombia. Entre sus tesoros se cuenta la Colección Oológica, la más grande de América Latina, con 17,801 nidadas de aves, y una colección de aves que exhibe el 76% de todas las especies de colibríes del país. Su Colección de Tejidos, con más de 46,700 muestras, actúa como un banco genético vital, incluso aportando códigos de barras de ADN para combatir el tráfico ilegal de especies. Este esfuerzo ha permitido documentar 42 nuevas especies para la ciencia en los últimos 8 años.
La celebración: una Casa que viaja por el territorio
Para conmemorar estas tres décadas, el Instituto ha desplegado una agenda que busca llevar la ciencia a la gente. La imagen conmemorativa no podía ser más elocuente: el micelio, esa red subterránea de hongos que conecta y nutre un ecosistema, simboliza perfectamente la labor del Humboldt como conector de saberes a lo largo y ancho de la geografía nacional.
La iniciativa estrella es La Casa Humboldt, un espacio itinerante que recorrerá el país. Tras su lanzamiento en Bogotá, su recorrido incluye:
- Medellín (8-10 de mayo): En el festival «Actuar por lo Vivo», con conversatorios sobre bionegocios y soluciones basadas en la naturaleza.
- Bogotá (9-11 de septiembre): Como parte de la Cumbre Internacional de Sostenibilidad.
- Cali (29 sept – 5 oct): Durante la Semana de la Biodiversidad.
- Villa de Leyva (27-29 nov): Cerrando el año en el corazón boyacense de la región andina.
Además, el Instituto será anfitrión de “Datos Vivos 2025”, un evento internacional que reunirá en Bogotá a las redes más importantes de datos sobre biodiversidad.
Tejiendo el futuro: de los datos abiertos a la bioeconomía
Mirando hacia los próximos 30 años, el Humboldt consolida su rol en la frontera del conocimiento. Su trabajo es crucial desde los bosques húmedos tropicales hasta los bosques secos, los páramos, las sabanas y las mismas ciudades, para entender los efectos del cambio climático y de las actividades humanas.
“El conocimiento Humboldt debe seguir formando parte en las discusiones críticas a través del mejor conocimiento científico”, afirma Hernando García Martínez, su director general. Esta visión se traduce en impulsar la bioeconomía, coordinar el Sistema de Información sobre Biodiversidad (SiB) Colombia —la mayor red de datos del país, con más de 33,5 millones de registros abiertos— y ser un actor fundamental en la interfaz entre la ciencia y la política ambiental.
Una nación de saberes entrelazados
La celebración del Instituto Humboldt trasciende un aniversario. Es un recordatorio de que, en un país megadiverso como Colombia, el bienestar de la sociedad está indisolublemente ligado a la salud de sus ecosistemas. Tres décadas de ciencia rigurosa, divulgación accesible y conexión con la sociedad refuerzan una verdad esencial: para proteger nuestro hogar, primero debemos entenderlo en toda su complejidad, y el Humboldt ha sido, es y será una luz esencial en ese camino de descubrimiento para toda una nación.



